Estando allí sentada,
viendo como la oportunidad se escapaba entre mis dedos,
me entraron ganas de llorar,
............ y lloré,
no me importó que el me viera,
me propuso un reto y me hizo un regalo.
Ahora le doy vueltas a los dos
Soy feliz, amargamente feliz
y aún lloro por ello
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