rendí a su orgullo mi virtud pagana,
y fui por un momento cortesana,
en el sarcasmo de mi propia vida.
Con beso ausente refresqué su herida,
absorta en él me le fingí lejana,
su voluntad despedacé liviana
y su pasión hallome arrepentida.
Fue un instante no más. Placer no hubo.
Pero su boca entre mi boca tuvo
amor y angustia, languidez y olvido.
Sobre el cansancio me tendí cobarde
y fui para su anhelo aquella tarde
tan grande y cruel como jamás lo he sido.
No recuerdo su procedencia, ahora mismo diria que no es mio
No recuerdo su procedencia, ahora mismo diria que no es mio
No hay comentarios:
Publicar un comentario